Antes del Digital Event, se daban las condiciones para ser optimista y soñar con una presentación a la altura, que junto a las de sus rivales, dejasen redondo este E3. No hablo de una revolución, ni de una cadena de Megatones que consiguiesen hacer frente a la conferencia de SONY. Hablo simplemente de estar a la altura, con un evento que demostrase que la vida que le quede a Wii U va a ser digna, y que no todo se reduce al Zelda anunciado hace dos años. Insisto, no hablo de una lista cargada de triples A, exclusivos de terceros o grandes secuelas, sino de ALGO. De algún caramelo para endulzar la lenta agonía comercial de la consola.
Pero no, queridos amigos. No hubo ni Megatones, ni sorpresas third party, ni tan siquiera algún detalle first de entidad. Fue un evento cargado de morralla y cosas ya vistas, como si de cualquier Direct de entretiempo se tratase. Fue un despropósito, culminado de forma ofensiva, que ni buscado a conciencia podría haber resultado tan hiriente.
El ambiente ya venía un tanto enrarecido, con mucha gente crispada por los DLCs con precios abusivos en el Smash Direct, celebrado el día 14. Después de cobrar 4€ por Mewtwo, llegaban por el mismo precio Lucas y Roy, y por 6€ Ryu, con la excusa de incluir un escenario. Es decir, hablamos de 18€ por cuatro personajes. Algo que a todas luces es desproporcionado, sobre todo teniendo dentro de la propia Nintendo el ejemplo de Mario Kart 8, un DLC aplaudido tanto por el contenido como por el precio -13€ por un 50% de juego extra-. Pero con Smash han visto dinero fácil, y entre Amiibos y DLCs con personajes, trajes y escenarios, el comportamiento ha sido deleznable. Mal Nintendo, MUY MAL.
Con todo, hasta las 18:00, hora española, todavía no había ocurrido el gran crimen. Arrancó el evento repitiendo toque simpático, dado que las presentaciones cachondas del pasado E3 gustaron mucho -con Robot Chicken y la épica batalla entre Iwata y Reggie, con Smash Bros como telón de fondo-. En esta ocasión recurrieron a los guiñoles de los nombrados y del otro miembro del trío lalala, Miyamoto, y sirvió como punto de partida para la presentación del primer directo a la mandíbula de la tarde: Star Fox.
Hubo unos segundos de hype, con los jefazos convertidos en Fox, Falco y Peppy, pero rápidamente las esperanzas se desvanecieron. Con un vídeo del gameplay del nuevo Star Fox Zero, Nintendo nos hizo viajar hasta 2005. Así, a pelo, sin aviso alguno. 10 años de un trago.
Al parecer a Platinum le debió gustar mucho el trabajo realizado por Namco en el Star Fox: Assault de Game Cube, hasta el punto de que han querido rendirle tributo, respetando los gráficos de dos generaciones atrás.
¿En serio Nintendo? ¿De verdad? Un juego en el que llevan trabajando al menos dos años -ya se dio a conocer el pasado E3-, y que no requiere de un gran derroche técnico, no puede de ninguna manera lucir esos gráficos. Y no soy un graphic whore, ni considero al apartado visual lo más importante de un juego, pero por favor, eso es pura dejadez. La carga poligonal, las texturas, la inexistencia de efecto de post-procesado alguno... Es que está mucho más cerca de lo que cabe esperar de una consola nacida en 2002, que de una consola de la actual generación. Y no hay excusa que valga en el hardware de Wii U, dado que tenemos ejemplos de grandes trabajos visuales con Xenoblade, Bayonetta, Mario Kart 8 o el espectacular teaser ingame de Fast Racing Neo. Y cuándo no es cuestión de no poder, sino de dejadez, la paciencia se agota. Es como ir al concesionario y que te intenten vender un buen coche, con la pintura destrozada. Star Fox es una franquicia mítica de la casa, con grandes entregas en las mejores consolas que Nintendo ha parido, y sin lugar a dudas era un escenario para lucirse en todos los sentidos.
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Pasado el chasco inicial, dieron paso al The Legend of Zelda TriForce Heroes, un juego cooperativo que llegará a 3DS, al más puro estilo Four Swords, y con un acabado visual a caballo entre los Zeldas de DS y ALBW. Orientado a resolver las típicas mazmorras de la saga, puede resultar entretenido, pero no deja de ser un mini-juego. Como también lo es Metroid Prime BlastBall, que siguiendo la línea del Zelda, estará enfocado al multijugador, tanto cooperativo como competitivo. Pero ojo, no son juegos que tendremos en breve en la eShop a precio reducido, sino que se anunciaron para 2016.
Y hasta ahí llegó todo lo que Nintendo tenía que ofrecernos respecto a The Legend of Zelda y Metroid. No bromeo. Aun a sabiendas de que la gente clama por más información y algún contenido del nuevo Zelda de Wii U, poniendo incluso en entredicho su futura salida, y que un Metroid Prime 4 de la mano de Retro, es el juego más demandado por los usuarios y simpatizantes de la marca, Nintendo ha optado por usar el gran escaparate del E3 para prostituir ambas franquicias con mini-juegos portátiles.
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Luego vino Skylanders, dónde Donkey y Bowser serán personajes jugables, y tendrán sus correspondientes Amiibo, con un aspecto bastante diferente al del resto de colecciones.
De ahí pasamos a Fire Emblem Fates, nueva entrega de la franquicia, que hasta el momento se conocía por FE If, y que llegará a 3DS en 2016. No enseñaron nada del juego, más allá de un trailer con algunos de los personajes, así que poco más podemos decir.
Llegaron también imágenes, por tercer año consecutivo, de Xenoblade Chronicles, lanzado en Japón el pasado Abril, y que llegará a occidente en Diciembre. Probablemente sea uno de los mejores títulos de la generación, pero el E3 ya no es su lugar. Al menos por fin tenemos fecha oficial.
Después llegó el turno de Animal Crossing, con el Happy Home Designer centrado en decorar y crear todo tipo de hogares, y un Animal Crossing Amiibo Festival, juego del corte de Mario Party, exclusivo de Wii U. Ganas de matar aumentando.
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Llegados a este punto, y ya con muestras de estupefacción en los rostros y los comentarios de los espectadores, todos creíamos que se habían acabado los momentos de relleno, y que por cojones venía la traca final, con alguna bomba de destrucción masiva. Y así fue.
Presentaron Mario Tennis Ultra Smash, con la novedad de incluir power-ups, y con una pinta bastante divertida.
Después enseñaron unas cuantas imágenes extra de Mario Maker, que llegaré en Septiembre, junto a un pequeño "documental" en el que Miyamoto habló de la creación de los niveles en el Super Mario Bros original, comentando curiosidades sobre su diseño.
Y a continuación, presentaron también Mario & Luigi Paper Jam Bros, juego que mezcla plataformas con el universo Paper, y que llegará a 3DS.
Nadie daba crédito a lo que estábamos viendo, y de repente empezaron a poner secuencias de gente tocando con infinidad de instrumentos musicales y objetos de todo tipo, la melodía de Super Mario. Parecía que algo podía ocurrir, ¿un nuevo juego de la saga? ¿Super Mario Galaxy 3? ¿Sunshine 2? ¿qué está pasando?. Y ocurrió. Conmemorando el 30 aniversario de la franquicia más importante de la historia del vídeojuego, anunciaron una plataforma para que la gente envíe vídeos haciendo el chorra mientras toca o canta las melodías del juego. Fin.
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Podría escribir cientos de líneas, argumentando y criticando lo grave y nefasto que es lo que ha hecho Nintendo, en el que sin lugar a dudas es el peor E3 por su parte, que mis ojos han contemplado. Pero hay una forma mucho más soez y directa, para expresar de forma fiel lo que siento: Que te jodan, Nintendo.
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